
01 oct Cómo identificar (y solucionar) los principales problemas de las empresas
El primer paso para solucionar un problema es identificarlo. En ocasiones, ocuparse del día a día de la empresa y de su gestión, impide ver los verdaderos males que la acechan: reducción de ventas, incremento de los costes o pérdida de productividad entre otros. Es necesario hacer un alto y evaluar la situación de forma realista y detallada.
Sin duda los problemas económicos de la empresa son el auténtico caballo de batalla para PYMES y autónomos. Sin dinero el negocio no sobrevive. Cumplir con los plazos de pago no siempre es posible, y ello acarrea numerosos inconvenientes tanto para el cliente como para el proveedor.
Formas alternativas de acceder al crédito
Hoy en día los empresarios y autónomos no lo tienen fácil para conseguir crédito financiero de los bancos. Por suerte, existen métodos de pago alternativos para que tanto las empresas de reciente creación como las que ya están consolidadas puedan disponer de liquidez inmediata y así afrontar sus pagos en los plazos previstos. Una solución útil e inmediata para impulsar el avance de los emprendedores, como nuestro nuevo servicio de avales.
En FICOMSA ponemos a disposición del empresario sistemas eficaces de pago, tales como el confirming, descuento de pagarés o factoring. Una ayuda a empresas efectiva que permite afrontar los problemas de liquidez.
Primero diagnosticar, después actuar
Los problemas más comunes en una empresa se pueden detectar de dos formas diferentes:
- Directamente, a través de las señales externas.
- Mediante las oscilaciones del comportamiento histórico de la compañía.
A veces, no vienen de uno en uno sino que se acumulan. Detalles que en un momento dado habían pasado desapercibidos aumentan hasta llegar a un punto en el que la empresa se encuentra sin recursos, capacidad ni tiempo para resolver.
En este momento es preciso parar y realizar una evaluación de la situación, sopesando el impacto que cada problema tendrá en la productividad.
Una evaluación objetiva permite separar lo más importante y establecer prioridades:
- Problemas que exigen una solución inmediata. Son los que tienen prioridad absoluta y han de ser tratados de forma urgente.
- Asuntos importantes pero no urgentes. Este tipo de situaciones suelen resolverse a lo largo del ejercicio anual de la empresa.
- Urgentes pero no vitales. Hay que aprender a discernir lo urgente de lo importante ya que en caso contrario se corre el riesgo de dar prioridad a temas que, si bien han de ser tramitados con urgencia, no son vitales para la empresa y hacen que se distraiga la atención de lo realmente importante.
- Incidencias no urgentes o de poca importancia. Hay que huir de este tipo de situaciones ya que tan sólo provocan pérdida de tiempo y de efectividad.
Ficomsa: Descuento de pagarés
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