Morosidad y endeudamiento en España

Morosidad y endeudamiento en España

12 may Morosidad y endeudamiento en España

Según el Banco de España, la deuda pública que en los años anteriores a la crisis encogió el PIB hasta el 35%. Aunque la situación ha mejorado ligeramente, los préstamos a empresas por parte de los bancos han caído un 30% en los últimos tres años. Las empresas y autónomos han debido buscar vías alternativas de financiación a través de entidades financieras privadas.

El gran problema

El endeudamiento y la morosidad se han convertido en problemas endémicos de la economía española. Hasta el punto de que el pago moroso amenaza la viabilidad de un tercio de las empresas españolas. Aunque pueda parecer contradictorio, los autónomos tardan más en cobrar facturas impagadas del sector público que del sector privado. Esto hace que el endeudamiento de las Administraciones no pare de crecer. Como media, las Administraciones tardan 85 días en realizar pagar. El triple de los 30 días que marca la ley. El endeudamiento y la morosidad se han convertido en problemas endémicos de la economía española. Hasta el punto de que amenazan la viabilidad de un tercio de las empresas.

Ante este escenario, no ha de extrañar que las ayudas para pymes se consideren esenciales para salir de la crisis que se padece desde 2008.
La Ley de Morosidad nacional fija en 30 y 60 días el plazo máximo de pago de facturas para Administraciones Públicas y entidades privadas, respectivamente. Desgraciadamente, la realidad demuestra que la media de la tardanza en el pago resulta superior en ambos casos. De hecho, según un estudio de Informa D&B, el pago anticipado de facturas se encuentra en desuso. La progresiva salida de la crisis está teniendo el resultado de una reducción de este periodo de espera de un 30% en el sector público, pero sus efectos son casi imperceptibles entre las empresas privadas.

Pere Brachfield, profesor de Finanzas de EAE Business School y director del Centro de Estudios de Morosología, distingue tres tipos de morosos. En primer lugar, los intencionales, los cuales pueden pagar y no quieren hacerlo, los fortuitos, desean pagar pero no disponen de dinero y por último, los morosos por negligencia, recurren al endeudamiento habitualmente, dado que forma parte de su visión del negocio. Sin duda, los primeros tienen la peor incidencia en la economía.

En este aspecto, vale la pena que las empresas realicen análisis concienzudos (mediante simulaciones con hojas de cálculo) de la cartera de clientes. De esta manera, pueden anticiparse solvencias, riesgos y probabilidades de impagos.

Por otro lado, los créditos para empresas por parte de las entidades y establecimientos financieros de crédito suponen soluciones para afrontar la morosidad y obtener líquido, tanto para pagar facturas como para mejorar el negocio. De igual forma sucede con alternativas de financiación como Ficomsa. En definitiva, maneras de mitigar el lastre para la economía que representa la morosidad.

Ficomsa: Descuento de pagarés

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