¿Qué podemos hacer ante un “concurso de acreedores”?

Concurso de acreedores

15 jun ¿Qué podemos hacer ante un “concurso de acreedores”?

Aunque en el primer trimestre del año el PIB nacional repuntó ligeramente, la situación de la economía española sigue siendo complicada. Las consecuencias de la crisis económica y financiera se reflejan en las cifras de las empresas concursadas y en las continuas cifras de inflación y deflación. Según el INE, el pasado año fueron un total de 7.038 concursos, un leve receso esperanzador con respecto al año 2013, en el que se presentaron a concurso de acreedores 10.000 empresas. Las cifras aún están lejos de las del primer año de la crisis: en 2007, poco más de un millar de empresas recurrieron a este procedimiento.

Detrás de estas cifras se esconden un sin fin de carreras de obstáculos para las empresas y sobre todo, para los acreedores y trabajadores que se han quedado sin trabajo y con pagos o nóminas pendientes.

A su vez, los proveedores ven peligrar el futuro de sus propias empresas al tener que asumir los impagos. Los clientes que hubieran anticipado el pago por bienes o servicios tampoco recibirán sus pagos por parte de la empresa concursada. El problema, si bien es de tipo económico, tiene otras consecuencias y aspectos legales que todos los implicados en el proceso concursal deben tener en cuenta. Por ello, la ley actual intenta a toda costa evitar llegar al concurso de acreedores.

¿En qué consiste el concurso de acreedores?

Es un proceso legal que se produce cuando una empresa no puede afrontar la totalidad de sus pagos. En él se incluyen la situación de quiebra y suspensión de pagos.

A través de este procedimiento se buscará que los acreedores puedan cobrar sus créditos y que la empresa pueda solucionar la situación de la mejor manera posible. La empresa deberá entrar a concurso judicial como último recurso cuanto no pueda hacer frente a sus pagos.

Existen dos maneras de convocar un concurso de acreedores por insolvencia:

• A solicitud de la empresa
• A solicitud de los acreedores

El principal objetivo del concurso de acreedores es intentar que los trabajadores y acreedores de la empresa cobren sus servicios y créditos pendientes. A excepción de la administración, cualquier ente físico o jurídico se puede acoger de forma directa o indirecta a un concurso de acreedores.

El procedimiento judicial para el concurso de acreedores conlleva para la empresa concursada un elevado coste y un fuerte impacto emocional negativo en los concursados. Por eso, lo más sensato y recomendable es trazar un plan viable y alternativo para la empresa que ayuda a reflotarla. Lo más sencillo es establecer un plan estratégico con el asesoramiento de expertos y hablar directamente con los acreedores. La negociación directa con los mismos permitirá ganar tiempo y buscar formas de financiación responsables y adecuadas.

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